En el partido solemos referir que cuando un aprista muere, nunca muere porque vive en la memoria colectiva del militante aprista. Mientras estemos aquí, seguiremos tu prédica aprista y arriaremos hasta la posteridad las banderas de Víctor Raúl. Tu partida hace de nuestra vida un reto y compromiso con el Perú. Desde este lugar, en la Asamblea que seguramente tendrás con el jefe, un abrazo en la mortalid...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)