¡SAN PEDRO VA!

Escribe: Wilder Calderón Castro

Cuando las astillas de este sol otoñal chimbotano se clavan, desde las primeras horas del alba en nuestras calles y plazas, rememoro las frases del gran Ortega y Gasset: “Sólo se puede progresar cuando se piensa en grande y sólo se puede avanzar cuando se mira lejos”. Y para mirar lejos, muchas veces, es menester, tengo la total certidumbre de ello, hay que hacerlo con valores y compromiso cristiano. En el contexto de 1966, los autores de la Ley N° 16597, pensaron así al crear la semana cívica de Chimbote, presidida por aquel entonces por el Ing. Alfonso Arciniega Rojas, que se celebra del 23 al 30 de junio, religiosamente durante todos los años. Se integró a la fiesta, la procesión y paseo por la Bahía en Lancha a nuestro patrón San Pedro, venerado en un principio por los pescadores. En mi adolescencia y parte de mi juventud, como estudiante de la Gran Unidad Escolar San Pedro, esos primeros años de festejos, los vivimos dentro del espíritu festivo que encierra toda celebración católica. Incluso participamos con denodado ahínco de la actividad cívica y social, con orgullo de nuestra cultura, expresada en riquísimas manifestaciones como la música, la danza, el folklore y el arte culinario. Estas expresiones son reflejo de la creatividad que anida en el poblador ancashino. Intacta en nuestra memoria están esos lejanos días, los programas de Radio Chimbote, la voz radiofónica del profesor Torres, el éxito emblemático del “¡José Gálvez, Campeón!”, los miles y miles de fieles que acompañaban a San Pedrito, las familias que abarrotan las iglesias de la entonces pequeña ciudad de pescadores, para expresar su fe, su recogimiento y celebrar al santo patrono, pescador también, pero de hombres. Vívido en el recuerdo están los interminables paseos de San Pedro por la bahía y cuyo vaivén en las lanchas, parecía imitar el paso de procesión por nuestras calles. La multitud acompañaba los 29 de junio a nuestro santo desde la orilla o en bote, lancha o barco. Esta sucesión de flash backs estaría incompleto si no invocamos la presencia de nuestra gastronomía y la degustación de nuestros platos típicos en el restaurante o las vivanderas, para disfrutar los suculentos platos típicos de la costa y lo que exhibían los migrantes como aporte de su cultura o costumbre. Sí, el mundo está cambiando. Sí, el mundo cambia como consecuencia de la evolución del conocimiento científico y la tecnología. Pero, ¿deben cambiar los valores? ¿Debe cambiar nuestra cultura que nos genera identidad, aspecto diferencia y nos tipifica como pueblo? Creo que no. Por ello deploro que se hayan extraviado nuestras tradiciones y nuestras costumbres, trastocando nuestros ritos. Deploro las decisiones de nuestras autoridades que en vez de generar actividad cultural, religiosa, deportiva, social, estimula la huachafería, el “pan y el circo”, el paganismo, las fiestas populacheras con réditos políticos. A ellos no les importa la seguridad, menos el control del expendio de bebidas alcohólicas. Hoy pensamos en San Pedro, en los valores que debemos inculcar en los chimbotanos del presente y el futuro, en la justicia, exhortamos a las autoridades, al pueblo, a ustedes amables oyentes a reflexionar, a generar una corriente de opinión y a mantener valores y propiciar el cambio, en función del desarrollo personal, social, regional y nacional. Cambio sí, pero manteniendo valores, identidad, trascendencia y amor. Como católicos que somos, meditemos. Elevemos nuestras plegarias y oraciones, a fin de que lo mediático, lo satánico, lo maléfico se detenga, para que no siga lo que está viviéndose en los últimos tiempos. Por el contrario el bien el amor, la energía fluya, reviva y perviva por el bien de todos. Viva la fiesta de san Pedro, Viva la Semana Cívica de Chimbote, pero viva en la forma que quisieron los propiciadores de la Ley 16597.

¿QUÉ HACEMOS PARA CONTAR CON CIUDADES MÁS SEGURAS?

¡Buenos días, Chimbote! Todos estamos al acecho de la delincuencia común. Las calles son cada vez menos seguras. Asaltantes, pandillas, marcas o sicarios se han convertido en la última pandemia del siglo XXI. ¿Cómo exterminar a estas lacras sociales? La represión policial no resuelve el problema, en realidad. Puede disuadir al criminal de cometer una fechoría, pero no evita que finalmente se consuma un delito. Consideramos que la prevención es la mejor forma de solucionar el problema. Y es que la prevención es producto de una educación de calidad en valores. Definitivamente el artículo 1° de la Constitución Política del Perú establece que “la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad”, mientras que el artículo 44° señala que son deberes primordiales del Estado, entre otros, “proteger a la población de las amenazas contra su seguridad; y promover el bienestar general que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo integral y equilibrado de la Nación”. Pero, ¿qué es la seguridad ciudadana? Según el Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana (SINASEC) se define como “la acción integrada que desarrolla el Estado, con la colaboración de la ciudadanía, destinada a asegurar su convivencia pacífica, la erradicación de la violencia y la utilización pacífica de las vías y espacios públicos. Del mismo modo, contribuir a la prevención de la comisión de delitos y faltas”. En resumen, seguridad ciudadana es tarea de todos. Al asumir en el 2010-2011, el encargo de mi bancada para conducir la Comisión de Defensa, Orden Interno, Desarrollo Alternativo y Lucha contra las Drogas, quise, ante todo, interpretar correctamente la expectativa que tiene el pueblo peruano. Y la expectativa que tiene el pueblo peruano es solucionar uno de los principales problemas que sufre: la inseguridad ciudadana. En primer lugar, decidimos priorizar en la agenda de la Comisión de Defensa y buscar que se les dé prioridad en la agenda del Pleno del Congreso a las leyes que se están necesitando para garantizar la seguridad ciudadana en el Perú. Resultado de esa gestión se aprobaron tres importantes leyes que rigen el ordenamiento jurídico del país, en materia de seguridad ciudadana. La Ley Nº 29611, “Ley que Modifica la Ley Número 29010, Ley que Faculta a los Gobiernos Regionales y Gobiernos Locales a disponer recursos a favor de la Policía Nacional del Perú y la Ley Número 27867, Ley Orgánica de Gobiernos Regionales”. La Ley Nº 29582, que fija un monto económico para el beneficio de seguro de vida o compensación extraordinaria para el personal de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional y el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú o a sus beneficiarios. El objeto de la ley también es otorgar al personal del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), o a sus beneficiarios, un seguro de vida o compensación extraordinaria que resguarde las posibles contingencias que puedan sufrir a consecuencia del desempeño de sus labores. La Ley N° 28359, que modifica los artículos 3º, 7º, 26º, 27º, 45º y 52º y difiere el plazo de aplicación del artículo 54º de la Ley de Situación Militar de los Oficiales de las Fuerzas Armadas, que establece los derechos y obligaciones de los oficiales castrenses y dispone los criterios rectores de la situación militar, clasificación, categoría, grado y empleo con observancia del artículo 168º de la Constitución Política y las leyes. En segundo término, decidimos crear un espacio de carácter democrático a fin de recoger las experiencias de expertos de otras realidades que han tenido problemas similares y los han superado, e invitar a las autoridades de nuestro país para que nos hagan saber cuál es su óptica y cuál es su planteamiento sobre esta materia. La Expo defensa, el Primer Congreso Provincial de Seguridad Ciudadana “Huaraz en Acción 2011”, el Primer Congreso Internacional de Seguridad Ciudadana. Hoy día, en el marco de un país que avanza, que está creciendo, que está luchando contra la pobreza, contra la pobreza infraestructural y contra la pobreza monetaria, más que nunca se hace necesario que las autoridades y la ciudadanía en su conjunto emprendan acciones de articulación que garanticen una sociedad de paz y armonía, a fin de que el desarrollo efectivamente se reimpulse. Las autoridades deberán preguntarse: ¿Qué hacemos para contar con ciudades más seguras? Los problemas que atañen a la seguridad ciudadana son percibidos por la población como factores determinantes en el empobrecimiento de su calidad de vida y atentatorios contra la democracia y el Estado de derecho. El costo económico promedio de la violencia en el país es muy alto. Los gastos en seguridad en que deben incurrir nuestras empresas inciden en su competitividad y las ponen en desventaja frente a otras cuyos índices de inseguridad no son tan elevados. Nuestras propuestas en torno a la seguridad ciudadana y que van más allá del control efectivo de los delitos son las siguientes: 1. La educación de calidad en valores y con inclusión es piedra angular en la solución de este problema. Es preferible reconocer que este problema es producto de la desigualdad en la distribución de las riquezas y la falta de oportunidades para los más jóvenes. 2. La incorporación progresiva de la comunidad en las distintas instancias de las políticas públicas. 3. La utilización de la ciencia y tecnología en seguridad ciudadana como por ejemplo los circuitos centralizados de vídeo. En Ancash, presupuesto tenemos, pero necesitamos voluntad política. 4. La centralización de acciones en un sistema de seguridad ciudadana. Recuérdese que la Ley N° 28879 permite el nexo de más de 70 mil agentes de seguridad privados con la Policía Nacional y el Serenazgo, para las labores de seguridad ciudadana. 5. Incremento del presupuesto asignado para adquirir más patrulleros, más comisarías, más tecnología. 6. Endurecimiento de penalidades. No puede ser posible que el Perú ostente contar con el sicario más joven del mundo, el tristemente célebre Gringacho. 7. Decisión política. El actual gobierno ha reiterado que garantizar la seguridad de los ciudadanos es una de sus principales prioridades, por lo que el mismísimo presidente pretendió liderar el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana, sin resultados aparentes. 8. Transparencia. Los gobiernos regionales y municipales deben dar cuentas a la población de la seguridad ciudadana y no dedicarse a emplear los serenazgos a su servicio para ahorrarse el chofer o, en su defecto, de guardaespaldas personales. O lo que es peor La realidad de nuestro país exige la necesidad de un enfoque holístico de la seguridad ciudadana. Las políticas del Estado deberían enfocarse principalmente en la tarea de generar las condiciones sociales que permitan la realización de las personas. Ha llegado el momento de promover un gran consenso, que nos permita superar la inseguridad en la vivimos, con propuestas realistas y coherentes. ¡Qué el día sea bueno!

UNA LEY QUE NO ES UN TIRO AL PALO


Escribe: Wilder Calderón

Misma antesala.  Gracias por el pase, amigos de RTCH.  ¡Que el día sea bueno, Chimbote!  Recibimos, de pechito, el encargo de comentar nuevamente lo más saltante de los hechos ocurridos en el país.  El domingo que pasó, la selección jugó un vibrante encuentro de fútbol que perdimos frente a Uruguay.  Como todas las veces que juega Perú, solemos decir que no son 11, los que salen a la cancha.  Somos treinta millones de gargantas que se hacen presentes para alentar al equipo de todos.  No importan los resultados;  importa la entrega, el pundonor de la oncena del director técnico charrúa Sergio Markarián.

Culminada esta etapa muchos peruanos, desilusionados, de seguro, con el desempeño del equipo de todos, fungirán de entrenadores o periodistas deportivos para colocar, según ellos, el dedo en la llaga del deporte peruano.  La culpa la tiene el director técnico, manifestarán.  Otros dirán: El preparador físico no pudo prever las lesiones del equipo.  O lo que es peor: los jugadores no se entregan cuando visten los colores patrios.  Según las matemáticas, los puntos obtenidos no alcanzan para ir a Brasil 2014.  Y es que estamos acostumbrados, solo a señalar culpables y responsables de los fracasos, pero no analizamos el hecho de fondo.  Y es que nuestra vocación por el deporte nubla el análisis de mayor profundidad.

Hoy el deporte ejerce influencia importante en una sociedad globalizada.  Y así lo entendimos en la Comisión de Educación del Congreso de la República, en la que fui miembro del 2006-2010.  En este contexto, entendimos el fútbol más allá de la valoración económica y comercialización del hecho deportivo y tratamos de redimensionar la decadente gestión de los clubes, federaciones y asociaciones futbolísticas.  Nuestra ‘industria’ futbolística dejó de competir internacionalmente, desde hace un tiempo.

Les doy cuenta que como congresista impulsé La Ley N° 29544, “Ley que modifica artículos de la Ley N° 28036, Ley de Promoción y Desarrollo del Deporte”, del 24 de junio del 2010, norma legal que recoge el Proyecto de Ley N° 01423/2006-CR, del 25 de junio de 2007, de mi autoría, que propone modificar los artículos 6º, 8º, 9º, 14º, 41º y 87º de la Ley Nº 28036, Ley de Promoción y Desarrollo del Deporte, referente al Sistema Deportivo Nacional, Funciones, Estructura Orgánica, Consejos Regionales del Deporte, Ligas Deportivas, respectivamente.

Precisamente estas normas son producto de nuestra preocupación, por sacar al deporte nacional del fondo de la tabla, mediante estrategias de desarrollo, a fin de dotarle de institucionalidad, políticas inclusivas, estructuras funcionales y reglas alrededor de comunidades, municipios, regiones, escuelas, federaciones y ligas.  

Es responsabilidad del estado, la promoción y masificación de la práctica deportiva, así como la concientización poblacional del deporte social.  Y es que el deporte contribuye a estimular la solidaridad, integración, participación, educación, salud integral, conciencia ecológica y, porque no decirlo, desarrollo social.

El Perú, debido a su limitado desempeño deportivo, no obstante su potencial de talentos, participa poco de los crecientes beneficios, entre ellos económicos, que reporta la actividad en el plano internacional. Superar esta situación hace imperativo un diagnóstico objetivo. Las líneas siguientes están encaminadas al análisis y propuestas.

Esta ley no es un tiro al palo.  Para nada.  Busca impulsar, de taquito, además los campeonatos deportivos incluso, busca desde ya descentralizar de verdad, brindarle una mayor oportunidad a los jóvenes y tener un mayor cuidado con la niñez y juventud, con alimentación, educación, cultura, valores.  Un deporte de calidad es lo que aspiramos en su momento como legisladores y es lo que el hincha cree de manera denodada.  El cumplimiento de esta norma, nos dará el marco para promover mejor los cuadros deportivos que requerimos, para que la clasificación no sea un sueño frustrado de cada cuatro años, desde hace casi treinta.  ¡Que el día sea bueno, Chimbote!

AL FONDO HAY… “SITIO PARA TODOS”

Hernando de Soto en “Los Misterios del Capital” solía referirse sobre cuán indispensable es la propiedad formal para la formación del capital.  Un país de propietarios, es un país que progresa. 

El capital, como la energía, es un valor en estado latente.  Nace de representar por escrito –un título, valor, contrato o documentos similares- las cualidades económicas socialmente más útiles.  Empero, no olvidemos que un título no es un papel fácil, sino un proceso largo de medición, estudios y registros para ser un título responsable.  De esta manera, dotamos a los pobres de las herramientas que les permiten fijar el potencial económico de sus activos. 

Así lo entendimos desde el gobierno aprista.  En el quinquenio pasado entregamos 800 mil títulos registrados, con lo que cumplimos el objetivo trazado por la administración del presidente Alan García, de garantizar la propiedad de los  más pobres, con el título debidamente saneado de los inmuebles que ocupan.  Eso permitió el desarrollo de la economía y el sentido de la propiedad en cada familia. Le imprimimos velocidad a un burocrático proceso con el propósito de impulsar la economía de los hogares más pobres del Perú.

En esa misma perspectiva, desde el Congreso de la República impulsamos, como co autores, la Ley N°29415, que declara de necesidad pública el proceso de Saneamiento Físico Legal de Predios Tugurizados, con fines de renovación urbana en el ámbito nacional.  940 mil familias que viven en tugurios y cuatro millones y medio de hogares peruanos fueron favorecidos por esta iniciativa legislativa.  El 90% de las familias que viven en tugurios tienen una antigüedad de 40 años en el predio; y un 85% alguna vez fue inquilino hijo o nieto de inquilino. 

Esta norma que se divide en cinco capítulos, 35 artículos, 5 disposiciones complementarias y 2 finales, tiene por objeto que se cumpla en las siguientes etapas: Etapa de saneamiento legal de predios tugurizados; y, Etapa de Saneamiento Físico de Predios Tugurizados.  La presente Ley regula las acciones de los procesos de saneamiento físico y legal de predios tugurizados con fines de renovación urbana en las áreas de tratamiento sean de propiedad privada o estatal, comprendiendo tanto a personas naturales como jurídicas y que hayan sido designadas como tales por las municipalidades distritales.

Este marco legal es el que el país necesita para la modernización de nuestras urbes más importantes, tal y como ha sucedido con procesos similares en otros países de la región como México y Colombia. 

Ciudades como Lima, Arequipa y Trujillo cambiarán paulatinamente su rostro.  Vamos a derrotar las terribles estadísticas de la precariedad habitacional y la información predial en los barrios antiguos y, por ende, seguir en nuestra lucha contra la pobreza en el país como lo hicimos desde nuestra trinchera, con justicia social.  Cabe destacar, que incluso en Ancash realizamos una serie de audiencias públicas para dar a conocer los alcances de esta norma.

Con esta norma, mejoraremos la calidad de vida de quienes viven hacinados en casonas antiguas y callejones.  Para nadie es un secreto, que la construcción de más viviendas y de cerca de 140 mil obras durante el quinquenio pasado, fue la locomotora que impulsó el desarrollo y el bienestar que los peruanos hemos comenzado a sentir en los últimos años.  El milagro peruano, le dicen.

La inclusión social no es el parafraseo ideal para un programa de gobierno o una hoja de ruta.  No, señor.  Para nada.  La inclusión social es el producto de la aplicación de la justicia social, pero sin demagogia, sin promesas vacías.   Justicia social es sinónimo de oportunidad de propiedad para todos.

La memoria colectiva es frágil.  Ese alzheimer selectivo ha tratado, sin éxito aparente, de colocar en el olvido nuestra participación en Ancash por darle propiedad a los más pobres.  Están de testigos los posesionarios de Chinecas.  Cuando se discutió en el Pleno del Congreso, la hoy Ley N° 27867, “Ley que Declara la Ejecución Prioritaria el Proyecto Especial Chinecas”, de mi autoría,  abogué por los posesionarios de Chinecas y a mi solicitud durante su discusión, solicité la modificatoria del artículo 7° con el propósito de resguardar sus derechos.   Recogí de los posesionarios de Chinecas, la expectativa que tenían sobre ese proyecto, por lo que pedí que se incluyera el texto dejando a salvo los derechos que otorgan las Leyes 27887, 28042 y 28441.

Esta semana nos recibió con una buena noticia para Ancash y para dos mil familias del distrito de Nuevo Chimbote, que ocupan el terreno de 62 hectáreas, zona sur este.  Los pobladores de esta zona tendrán acceso al sueño de la casa propia, en el Programa “Sitio para Todos”, que implementa esa comuna y una ONG. 

Como legislador ancashino gestioné ante la Superintendencia de Bienes Nacional, la donación de las tierras que pertenecían a los asentamientos humanos de las Begonias, Conquistadores, Victoria del Sur, Praderas del Sur, Los Constructores, Nueva Esperanza, entre otros, a la Municipalidad Provincial del Santa, luego de descartar la posibilidad de que los posesionarios de estos terrenos tengan título por COFOPRI, pues existen razones jurídicas que no lo permitían. Los beneficiarios de “Sitio para Todos” deberán pagar 13 mil nuevos soles con un plazo de 20 años para su cancelación.

Haya de la Torre siempre refirió que para hacer justicia social era necesario generar riqueza para los más pobres.  Y la tenemos clara: generar propiedad es generar riqueza.