¡HAYA DE LA TORRE, VIGENTE Y PRESENTE!


Escribe:  Wilder Calderón Castro


El legado del compañero en jefe Víctor Raúl, qué duda cabe, trasciende el siglo XX.  Durante este milenio, la regionalización es el camino para la democratización con justicia social que deja como herencia política el fundador del Partido Aprista.

“Somos apristas, somos apristas, el ejemplo lo da Víctor Raúl…”, reza el estribillo de una de las populares canciones del repertorio musical del Partido Aprista.  Hoy, 22 de febrero, día de su natalicio, le recordamos compañero jefe como debemos hacerlo siempre: Evocando su efigie y figura granítica, propia de los hombres de su estirpe y evangelizando en su nombre sobre tu obra y legado democrático de una doctrina, para la historia del Perú y América Latina.

Haya de la Torre es, por antonomasia, un demócrata,  un estadista, un maestro y fundador de una organización sólida como el APRA, con una herencia histórica y democrática.  El autor del “Anti imperialismo y el APRA” nos ha entregado todo un bagaje ideológico, un enfoque, un esquema dialéctico para entender la historia, el hombre, la sociedad, la economía.  Los conceptos del tiempo-espacio histórico son esenciales para entender los diferentes procesos de desarrollo, económico, político y social.

Uno de los aportes fundamentales del aprismo resulta de la visión de cómo hacer país y organizar el Estado peruano, mediante una regionalización proyectada y defendida por Haya de la Torre y el aprismo, durante casi una centuria.  “No entendemos un estado democrático sin descentralización”, solía repetir con frecuencia el compañero jefe.

La regionalización, aún en proceso de desarrollo, busca conformar regiones como divisiones políticas del Perú, para instaurar lo que es el planteamiento original de los gobiernos regionales con autonomía económica y política, que permitan la mayor participación de los ciudadanos.

Nuestra doctrina, desde la fundación del partido, siempre fue descentralista.  Haya de la Torre, planteó en su histórico discurso del 23 de agosto de 1931, que el descentralismo, desde la perspectiva del APRA se rige por el regionalismo económico.  La delimitación política de las regiones corresponde al regionalismo económico, basadas en zonas de producción de riquezas, pero sin perder la línea o armonía de una unidad como país. 

“Nosotros, sostenemos –añadía Haya de la Torre- que en todos los órdenes de la administración debe primar el concepto económico de la región, a fin de dar independencia económica a cada región y sobre esta base nuestra administración y políticas educacional, plantear una demarcación política del país, que tendrá que hacerse de una vez”.

Haya de la Torre, partidario de la integración.  Su visión siempre fue de buscar la unión de los débiles, para hacerse fuerte y enfrentarse al poderoso, símbolo de opresión.  La fortaleza de su credo residió en la necesidad de crear riquezas, para el que no la tiene y respetar al que la tiene como una nueva forma de enfrentar el imperialismo.  A la luz de la historia, la vigencia del pensamiento de Haya de la Torre, en materia de regionalización, se ve reflejada en la Constitución Política del Estado de 1979.

La revolución de la regionalización solo fue posible, durante el segundo gobierno aprista como eje fundamental, cuando nuestro entonces presidente y entrañable compañero, Alan García, descentralizó los recursos a las provincias y garantizamos el crecimiento económico.   Ningún tecno burócrata limeño, desde su oficina en algún Ministerio, decide hoy las obras en Ancash, en Puno o Madre de Dios.

Durante el gobierno del presidente Humala Tasso, los apristas debemos exigir que esta línea de pensamiento de Haya de la Torre no se detenga; por el contrario, se consolide y avance, para tener el Estado Descentralizado, a través de las regiones, sino la conformación de las macro regiones, utilizando no solamente el concepto Hayista, sino el enfoque técnico diseñado por el compañero y considerado sabio, Javier Pulgar Vidal.

La regionalización es la implementación de la descentralización y de establecer polos de desarrollo económico y generación de espacios de participación democrática de la ciudadanía.  La descentralización de la obra presente, exige la dosis de autoridad moral, autoridad ética, a fin de que el pueblo en su conjunto, vea la materialización de la justicia social, que hoy día se llama inclusión social, convertida en una hermosa realidad.

Compañero jefe, hoy al recordar tu natalicio, lo hacemos recordando tus ideas, recordando tus mensajes y reafirmándonos como militantes del partido, a seguir trabajando por los conceptos que tú nos enseñaste: Trabajar por una sociedad que denominaste “Pan con Libertad”, esto es democracia con justicia social.

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