Escribe: Wilder Calderón Castro
Han transcurrido cinco años del nacionalismo sin pena, ni gloria. La calidad educativa es una promesa
incumplida, a pesar de los esfuerzos del actual ministro de Educación, Jaime Saavedra Chanduví. El nuevo marco legal para las universidades e
institutos superiores que crea el SUNEDU y EDUTEC, como organismos adscritos al
portafolio de San Borja, no garantizan la autonomía respecto al poder político,
la excelencia académica, ni tampoco la empleabilidad para la
competitividad. Sobre este último ítem
pretendemos poner los puntos sobre las íes.
Los estribillos de los melódicos
jingles de campaña ya dejaron de sonar.
Los cláxones apagaron ya esos
ruidos ensordecedores. Atrás quedaron
las portátiles, la pica-pica en los hombros, los mítines apoteósicos, el
aliento de los simpatizantes, los vestuarios locales, las promesas
demagógicas. Toda esa parafernalia quedó
atrás el 5 de junio con la elección a la presidencia de la República de PPK. Empero, poco se ha dicho en propuestas de
gobierno.
Hace tres años alertamos a la
ciudadanía de la inercia del actual gobierno, respecto a la demanda laboral y
la oferta educativa. Incluso el
empresariado nacional, en el CADE 2013, mostró su preocupación por la
empleabilidad y la brecha existente entre el mercado laboral y la oferta de
egresados de educación superior, tal y como se evidencia en la nota “Empresarios
proponen un observatorio por la educación y la empleabilidad”, publicada en el
diario El Comercio de Lima.
La tarea en materia educativa
superior tecnológica y universitaria para el próximo gobierno, deberá estar en
función de la articulación óptima, entre los sectores educación y
producción. Es por eso que es necesario, conceptualizar
urgente dos conceptos importantes: las competencias y la empleabilidad. Las competencias
están constituidas por los elementos o factores asociados al éxito en el
desempeño profesional de las personas, en el contexto empresarial. La empleabilidad
refiere competencias básicas necesarias para conseguir un empleo y poderse
capacitar posteriormente en el interior de la organización productiva.
El modelo educativo de gestión
por competencias, tiene por objetivo reforzar las habilidades y destrezas de los
educandos, a fin de incrementar el rendimiento laboral y la motivación, en aras
de lograr un equilibrio, entre la oferta educativa y las necesidades de las
organizaciones. “Las competencias son
repertorios de comportamientos que algunas personas dominan mejor que otras, lo
que las hace eficaces en una situación determinada” (Levy Leboyer, 1997).
El problema en la hora actual
radica en el disociamiento entre la oferta formativa y la demanda laboral, que
impide la rápida inserción y la empleabilidad de los jóvenes en un mercado
laboral hiper competitivo, donde cuentan las competencias cognitivas, las habilidades técnicas, el desempeño
productivo y socioemocionales de los educandos en situaciones reales de
trabajo.
Spencer, L. & Spencer, S.
(1993) propone cinco tipos de características competenciales: Motivaciones
hacia acciones relacionadas a la realización de logros; riegos del carácter que
justifican los tipos de reacciones ante determinadas situaciones; valores
relacionados con las actitudes; conocimientos relacionados con las habilidades
asociadas al desempeño; y, habilidades para realizar determinado tipo de
actividades físicas y mentales.
La empleabilidad para la
competitividad requiere de la identificación de competencias claves para el incremento de la productividad, en
contextos de una demanda laboral globalizada y el continuo desarrollo de las
nuevas tecnologías en los procesos de producción y administración en las
organizaciones. Este acercamiento a las
empresas competitivas enriquece la experiencia de los estudiantes y refuerza
sus competencias profesionales.
Instamos, desde estas líneas, al
equipo de gobierno de PPK que conducirá los destinos de la educación, a partir
de julio del 2016, para que atiendan este problema que no es abordado por la
legislación propuesta por el humalismo, como un signo de generar confianza al
país.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ESCOBAR, M.
(2005). Las competencias laborales: ¿La
estrategia laboral para la competitividad de las organizaciones? Recuperado de: http://www.icesi.edu.co/revistas/index.php/estudios_gerenciales/article/view/170/html
LÉVY-LEBOYER,
C. (1997). Gestión de las competencias: cómo analizarlas, cómo evaluarlas, cómo
desarrollarlas. Barcelona: Ediciones Gestión 2000.
SPENCER, L.
M.; SPENCER, S. M. (1993). Competence at
work. New York: John Wiley and Sons.
Empresarios
proponen un observatorio por la educación y la empleabilidad. Diario el Comercio, Lima. 9 de mayo de
2013.
http://2013.cadeporlaeducacion.com/sites/default/files/nota_el_comercio_9.05.2013_3.jpg
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