¡Buenos
días, Chimbote! La semana ha
trascurrido, a mi modesto y humilde entender, con noticias buenas para Ancach. El Presidente Regional dio cuenta al país, en
un importante canal nacional de televisión, sobre el proyecto especial
Chinecas. Chinecas va, por un precio de
1,460 millones de soles, quinientos millones de soles por debajo del
presupuesto original de la SISA. Bien
por Chimbote, bien por Ancash, bien por el Perú.
Como autor de la
Ley N° 27867, “Ley que Declara la Ejecución Prioritaria el Proyecto Especial
Chinecas”, me alegra saber que CHINECAS significa para el Perú, el
incremento de su frontera agrícola en más de 40 mil hectáreas incorporadas a la
agricultura. Insistimos en que el problema no era, ni es político, sino
técnico.
Los
políticos deberían respaldar la concertación y el consenso de orden técnico que
resulta sumamente fructífero para la región.
Chinecas salió ganando y esperemos que la tan anunciada presencia del
presidente Ollanta Humala para el OK, el visto bueno y la credibilidad de que
Chinecas va, tal y como lo anunciara el presidente regional.
De
otro lado, recordamos ayer el Día del Trabajo.
Vale la oportunidad para reiterar nuestro homenaje a los mártires de
Chicago, que han hecho posible el inicio de las reivindicaciones y beneficios
que gozamos actualmente sean una realidad.
En
el Perú, rendimos homenaje a los luchadores sociales protagonistas de la
jornada épica de las ocho horas. Manuel
Caracciolo Lévano, Arturo Sabroso Montoya, José Carlos Mariátegui, los
anarcosindicalistas y el gran inspirador intelectual y gestor de esta histórica
jornada de las ocho horas, el entonces universitario Víctor Raúl Haya de la
Torre, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios del Perú, quien
no sólo intermedió sus buenos oficios.
El
joven Haya De la Torre estuvo en la trinchera de combate, para arrancarle al
gobierno y a la clase política de esos contextos, las reivindicaciones, de que
hoy día el Perú disfruta. Recuérdese que
el Perú es ese entonces, los trabajadores laboraban 16 horas; no ostentaban
derecho a vacaciones, seguridad social, ni CTS, ni descanso por
maternidad.
Estas
conquistas laborales tuvieron como corolario un discurso pronunciado por Víctor
Raúl Haya de la Torre, en esta gesta heroica y durante una asamblea popular, que
se inició con la frase: Hemos triunfado, compañeros. Y en la herencia hayista, históricamente las
leyes que beneficiaron a los trabajadores fueron fruto del trabajo en su
mayoría de la Célula Parlamentaria Aprista.
Rendimos
cada 1 de mayo, un homenaje a esa pléyade de personalidades reunida en un
frente de trabajadores manuales e intelectuales. El rol de los trabajadores, en los contextos
anteriores, sigue siendo el mismo. Las
características de la sociedad del conocimiento han permitido una dinámica de
la información, gracias al desarrollo de la ciencia y la tecnología.
Los
trabajadores no pueden tener una actitud polarizante, virulenta, de permanente
lucha, para arrancar reivindicaciones la patronal. Con mucha humildad, ese rol fue bueno, muy
bueno, para ese contexto histórico.
Hoy
día los trabajadores deben tener una actitud diferente, deberían ser aliados de
la empresa, socios en la generación de riqueza.
Es por eso que debemos establecer alianzas estratégicas, entre los
empresarios y los trabajadores y gestionar mayor capacitación, entrenamiento, para
la eficiencia. De esa manera, la empresa
será cada día más competente y ganar hipercompetitividad, característica
fundamental de un mercado global.
Los
empresarios deben tomar conciencia y pagar el sueldo justo a sus trabajadores,
avanzar en los niveles de capacitación, garantizarles los niveles de
estabilidad. Un trabajador bien
estimulado garantiza un excelente clima organizacional y una mayor producción y
productividad.
Nuestros
saludos a todos los trabajadores manuales
e intelectuales de Chimbote, pues definitivamente, en nosotros recae la
responsabilidad, en cada jornada, de laborar por el progreso y desarrollo
sostenible de esta empresa llamada Perú, pero siempre con una visión de
optimismo, de positivismo, de fe y de esperanza. ¡Seguimos triunfando, compañeros! ¡Qué el día
les sea bueno, amigos de RTCH!…
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