BARBAS EN REMOJO

Escribe: Wilder Calderón Castro*

Aunque su parecido con algún pastor evangélico, delate el carácter mesiánico de su propuesta, Waldo Ríos nos quiere engatuzar con gestos que lo eleven al altar de lo folklórico, de lo farandulero.  Acaba de asumir como Gobernador de Ancash y parece que le falta rapidez para entender que es necesario recuperar el tiempo para despertar de la inercia económica en la que yace la región.
Señor Waldo Ríos Salcedo, actual Gobernador de Ancash, usted tiene una herencia que no sabe aún administrar.  Empero, a diferencia de Enrique Vargas Barrenechea sí tiene la legitimidad política para gobernar la región porque fue ungido con el voto popular.  Como demócratas somos conscientes que “la voz del pueblo es la voz de Dios”.  Respetamos el voto popular, a pesar de que su elección fue producto de una promesa demagógica, de una mentira.
Ahora que está al frente del Gobierno Regional de Ancash, seguramente se arrepiente de su promesa de entregar a cada familia ancashina los 500 soles, durante 60 años. No se puede jugar con las expectativas de un pueblo ávido de esperanza y al llegar tan alegre al poder sufrir de una colosal amnesia, tal y como ocurrió con la promesa del nacionalismo de colocar el balón de gas a siete nuevos soles.   La demagogia unida a la política de la dádiva le hace un daño terrible a nuestra gente.  En lugar de impulsar el desarrollo, solo enseñamos a estirar la mano.

Usted sabe que se contraviene el artículo 6 de la Ley N° 27506 o Ley del Canon establece claramente: “Los recursos que los gobiernos regionales y gobiernos locales reciban por concepto de canon serán utilizados exclusivamente para el financiamiento o co financiamiento de proyectos u obras de infraestructura de impacto regional y local”.

Si verdaderamente usted quiere, señor Gobernador, hacerle bien a Ancash, sea sincero y pida perdón por mentir.  Dígale a nuestro pueblo que su promesa desde un principio era incumplible y que usted lo sabía, que las expectativas que fomentó en esa gente humilde que le creyó, solo fue parte de una equivocada estrategia de campaña.  Lo sabremos perdonar, siempre y cuando se ponga serio y trabaje, de verdad, por remontar el déficit presupuestal de Ancash que asciende a S/. 510 millones por conceptos de valorizaciones no pagadas, deudas a proveedores de bienes y servicios, sentencias judiciales, laudos arbitrales y conciliaciones extrajudiciales.

Es momento de luchar por los montos de canon y remanentes mineros que hoy se ha diluido en el presupuesto nacional y que nosotros defendimos cuando nos tocó ocupar un escaño en el Congreso de la República 2006 – 2011.  No tenemos tiempo para experimentos extremos o propuestas jaladas de los cabellos, que no nos permiten salir de la crisis en las que se encuentra la región.  La fuga de capitales es evidente y nuestros gobernantes son responsable por hacer uso de políticas demagógicas, pero sin impacto en la economía.

Recuerde que como miembro de la Representación Nacional procuré dotar a la región de un marco jurídico para garantizar su crecimiento y desarrollo sostenible, con las siguientes leyes de mi autoría:  La Ley N° 29446, “Ley que Declara la Ejecución Prioritaria del Proyecto Especial Chinecas”; la Ley N° 29612, “Ley de Creación del Parque Industrial del Santa”; la Ley N° 29751, “Ley de Creación del Parque Industrial de Huaraz”; la Ley N° 29731, “Ley que crea Unidades Ejecutoras del Puerto y el Aeródromo de Chimbote”; y la Ley N° 29760, “Ley que declara de necesidad pública e interés nacional la ejecución del proyecto de trasvase del río Marañón y el represamiento y la derivación del Río Huallaga, para fines hidroenergéticos y agrícolas” (derogada por el actual pleno del Congreso).

Propuestas no faltan.  Muchos de los estudios de factibilidad y prefactibilidad ya están hechos.  Pero es necesario impulsar obras públicas, promover el empleo productivo y activar la industria regional.  Necesitamos un tren, un gaseoducto regional, por ejemplo.  No banalice.  Ya terminaron las elecciones y deje el cálculo político.  Sea serio y comprométase con todos nosotros.

Gobierne con la verdad.  Deje atrás su pasado corrupto y montesinista.  No más la política del gesto, la demagogia para la gradería.  ¿Acaso el arrodillarse y besar el suelo de cada una de nuestras provincias nos dará la anhelada prosperidad que ingenuamente soñamos?

Ancash no lo soportaría. Ya bastante daño le ha hecho a nuestro pueblo con su promesa.  Es hora de trabajar por un destino diferente y mejor para nuestra región.  Sabemos que no tiene la autoridad moral, pero el pueblo eligió los 500 soles... ahora que le toca gobernar, haga lo que tiene que hacer... y no repetir los pecados de antes.  Es hora de poner las barbas en remojo.




*Dr. En Educación y ex Congresista de la República

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