RESPETEMOS EL MEDIO AMBIENTE

UN MENSAJE PRESIDENCIAL SIN MENSAJE

Un listado, no un discurso. El presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, se dirigió al país, este 28 de julio, como todo buen militar, para dar a conocer su sesgado recuento de lavandería. Plagado de imprecisiones y de omisiones como Conga, el discurso careció de contenido y mensaje en las casi dos horas de duración. Habló mucho y dijo muy poco en educación, descentralización, regionalización. Indudablemente, le faltó la visión de estadista para cumplir con las responsabilidades de un gobernante y demostrar coherencia en la lucha contra la pobreza, aparte de metas muy vagas y falta de continuidad de lo dejado por el presidente Alan García. La gran transformación se ha convertido, con el devenir de las acciones políticas de este gobierno, en la gran deformación del aparato estatal, que se refleja en la antigua vocación de nuestros dictadores de antaño de refundar la historia de nuestro desarrollo, con nuevos nombres como si de esta manera cambiáramos la tecnoburocracia enquistada en el Estado, presupuestos, procesos y procedimientos en el aparato estatal. La vocación de refundar las instituciones es parte de la historia del actual deterioro y retroceso en nuestro desarrollo. Para muestra algunos botones: Beca 18 era antes INABEC; Pensión 65, el Programa Juntos; Jóvenes a la Obra, PROJOVEN. A eso debemos sumarle la desaparición del PRONAA y FONCODES. Aspectos positivos, claro qué reconocemos. El esfuerzo de seguir en la vereda democrática, incentivar la inversión, mantener el modelo económico y la lucha contra la corrupción, aunque cabe referir el velado anuncio de la desaparición del SNIP -herramienta de gestión y fiscalización-, es entregar un cheque en blanco a los funcionarios municipales y regionales; en otras palabras, fomentar subrepticiamente la corrupción. Desde esta trinchera intelectual, nos llama poderosamente la atención el tema educativo. La ministra de Educación, Patricia Salas, vocera actual del SUTEP, quiere aplicar libretos propios del MOVADEF al plantear dejar sin efecto la Ley de la Carrera Pública Magisterial, que fue consensuada con todas las fuerzas políticas, a excepción del entonces nacionalismo. Su aplicación respondió a criterios serios, técnicos y científicos, a fin de garantizar una educación de calidad, a beneficio de los hijos del pueblo que estudian en los colegios públicos. ¿Cómo nos podemos quedar callados frente a esta situación o permanecer indiferentes, ante este atropello? ¿Cómo la futura “Ley de Desarrollo Magisterial” puede garantizar una educación de calidad sin “meritocracia”, sin política de evaluación, sin el criterio de premiar el esfuerzo de quienes si cumplen con capacitarse permanentemente? Una educación de calidad significa igualdad de oportunidades, inclusión o justicia social. Es por eso que resulta peligroso dejar a un costado la Ley de la Carrera Pública Magisterial y tratar igual a los desiguales. Desde estas líneas saludamos a la oposición responsable del Congreso, encabezada por el APRA, por plantear la interpelación a la titular de ese portafolio, ante el silencio cómplice de los congresistas, entre ellos los ancashinos; acólitos, adulones y taparrabos conversos de César Joaquín Álvarez. Precisamente, nuestros parlamentarios tampoco brillaron en el análisis sesudo sobre el discurso presidencial, que consideramos en la región como las dos horas y media de espaldas a Ancash. Sobre Chinecas, Humala hizo mutis. Habló de Majes, Chavimochic, Olmos, pero de Ancash y Chimbote no dijo nada. ¿Y qué dicen ahora nuestros burgomaestres y autoridades regionales? No se oye, padre. Y es que debe ser un negocio político rentable guardar ese silencio cómplice. Como autor de la Ley Chinecas, sostengo que la aplicación correcta de esta ley nos señala la luz, para que a través del proyecto Chinecas, Ancash y el Perú tengan el camino del progreso y el desarrollo. Preguntémonos entonces: ¿Quien tiene la atribución y la función? El gobierno Regional. ¿Quién tiene el dinero? El Gobierno Regional. ¿Quién tiene que tomar la decisión? El Gobierno regional. Las respuestas, entonces, señalan tácitamente la responsabilidad histórica de César Joaquín Álvarez. Exhortamos a los peruanos de buena voluntad a reflexionar y elevar la conciencia democrática de nuestro pueblo. No nos dejemos enajenar porque te den trabajo, construyan una vereda o te regalen. Sus dádivas salen del dinero que pagamos en impuestos todos los peruanos. Ustedes tienen la palabra.