Pocho Tantaleán ha muerto, ¡viva Pocho!

En el partido solemos referir que cuando un aprista muere, nunca muere porque vive en la memoria colectiva del militante aprista. Mientras estemos aquí, seguiremos tu prédica aprista y arriaremos hasta la posteridad las banderas de Víctor Raúl. Tu partida hace de nuestra vida un reto y compromiso con el Perú. Desde este lugar, en la Asamblea que seguramente tendrás con el jefe, un abrazo en la mortalidad.