LA TAN ANSIADA CORINA

Escribe: Wilder Calderón Castro* 

La desglaciación de Pastoruri es la punta del iceberg de la indiferencia y la falta de conciencia ciudadana sobre la falta de agua en nuestro país.  La situación del recurso hídrico es preocupante, pues el líquido elemento, según los expertos, escaseará en los próximos 15 años en el mundo; en Lima, Lambayeque, Trujillo, Ancash, Ica, en general toda nuestra franja costera, desértica por naturaleza, padecerá de agua.  ¿Por qué subrepticio interés pseudo nacionalista se nos privó del Proyecto hidroenergético Corina?  ¿Frente a este planteamiento para la solución al problema del agua por qué experimentamos la inaccióngubernamental?  ¿Cómo explicarse esta indiferencia?  Aquí nuestra opinión. 
El calentamiento global y la contaminación de los ríos va alterando nuestro ecosistema.  En cuanto foro, académico o político, tengo la oportunidad de referir, que el mundo de hoy vive un paradigma nuevo de equilibrio ambiental, frente a la amenaza de quedarnos sin agua.  La desglaciación que nosotros podemos observar en Pastoruri, no es un hecho fortuito.  El hielo retrocede ostensiblemente y Ancash poco a poco va perdiendo.  Empero, el problema fundamental es más serio que eso. 
El Perú y America Latina, en general, tienen el privelegio de contar con la Cuenca del Amazonas, gracias a la existencia de los Andes, que van desde la tierra del fuego hacia el norte.  Nuestras más importantes ciudades, como Lima, se encuentran edificadas sobre un desierto, que solamente se alimenta de recursos hídricos que tienen su origen en los Andes y que son responsables de los proyectos de irrigaciones, que beneficia a miles de peruanos que participan de la gran industria de la agroexportación. 
Una de  las más importantes leyes que se dictó en el parlamento pasado fue la Ley N° 29760, de mi autoría como Congresista 2006-2011, “Ley que declara de necesidad pública e interés nacional la ejecución del proyecto de trasvase del río Marañón y el represamiento y la derivación del Río Huallaga para fines hidroenergético y agrícola denominada proyecto Corina”.  A nivel del ejecutivo aprista fue bautizada con el nombre del proyecto Marañón. 
El proyecto hidroenergético CORINA del ingeniero Guido Muñoz Goicochea, consiste en transvasar el agua del río Marañón, con fines de generación de energía, de ampliación de la frontera agrícola y el abastecimiento de agua a la población y a la industria.  Para eso es necesario utilizar las napas freáticas que fluyen subterráneamente en  la cordillera de los Andes y que a las finales son aguas que se pierden en las profundidades de la corteza terrestre y utilizarlas de este modo a través de la cuenca del Tablachaca y del río Santa 
El Proyecto además, plantea la creación de dos canales de irrigación, lagunas y tres centrales hidroeléctricas, vía el sistema hidráulico, que permita energía y agua a bajo costo, utilizando las caídas en el traslado de las aguas en Quiches, Sihuas y Chuquicara, en Ancash.  Asimismo, la creación de la represa del Santo Cristo, entre los cerros de Colpapampa y Copa.   
Corina es transvasar las aguas del Marañón, que en otro caso muere hoy en el Océano Atlántico e irriga tierras brasileñas, y su ejecucción permitiría aumentar el potencial hídrico del río Santa y favorecer Chinecas, Chavimochic, Tinajones y hasta Lima.  Lógicamente esto implica una gran inversión, porque es un proyecto no de dimensión regional, ni nacional, si no continental. 
Esta ley lamentablemente fue derogada al inicio de este régimen contando con el silencio cómplice y traidor de las autoridades de la actual representación congresal, el 7 de agosto del 2011, sin debate parlamentario alguno, entre gallos y medianoche.  Lo único que podemos decirle a los detractores de esta ley es que mienten impunemente cuando dicen que vamos a dejar sin agua a la Amazonía o que vamos a alterar el ecosistema.  Señores, no nos dejemos ganar por el apasionamiento político, dado que el recurso hídrico en la cuenca del Amazonas no solamente aparece en exceso, sino provoca inundaciones que se producen efectivamente en épocas de alta dinámica de flujos del recurso hídrico.  En otras palabras, la utilización de las aguas para CORINA provienen de los excedentes, que se pierden en las napas freáticas.  Es decir, que las aguas son almacenadas en tiempos de abundancia. 
Esperemos que uno de los temas principales de agenda del país sea cómo solucionar el problema de los recursos hídricos y recursos energéticos.  Ojalá se ponga en el tapete el real significado del proyecto CORINA para Chimbote,  para Ancach, para el Perú y para el mundo.   
Anido la esperanza que el próximo Congreso lo ponga en debate y nuevamente podamos tener esta leyque pone en prioridad del Estado, a tender este proyecto y una obligación del futuro gobierno: Hacer realidad este gran proyecto CORINA, porque no podemos dejar que se mutile un instrumento jurídico importante, para garantizar el desarrollo de nuestra región. Ya no se trata del “Oro o el Agua”; se trata de “El Agua o el Agua”.  No hay otra alternativa.  

*Congresista 2006-2011 y Doctor en Educación 

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