En el mes de la Fraternidad, Víctor Raúl… ¡Presente!: PAN CON FRATERNIDAD

“Tu cumpleaños debe unirnos para siempre, en las buenas y en las malas"
Manuel Seoane

Al conmemorarse 115 años del nacimiento de su fundador, el Partido Aprista Peruano celebrará, este viernes 20 de febrero, el “Día de la Fraternidad”, en Lima. Una lluvia de pañuelos blancos rendirá entonces un elocuente homenaje al peruano más insigne del siglo XX, en un multitudinario recorrido que partirá de la casa de pueblo y cuya réplica en provincias convertirán al país en un mar aprista.

De seguro, las arengas de “¡Víctor Raúl, presente!” o “¡APRA, Unidad!” se multiplicarán a lo largo de ese serpentín de banderolas alusivas al cumpleaños de nuestro compañero jefe, sin sectarismos, ni discordias guiadas por la fraternidad como legado. El pueblo aprista demostrará, una vez más, en el crisol de esta realidad, la consistencia de nuestra organización y la fe de nuestra ideología resumida en nuestro lema “pan con libertad”.

En el contexto fundacional del APRA, Víctor Raúl Haya de la Torre y nuestros mártires se inmolaron para construir la democracia como una mejor forma de convivencia humana. La libertad que hoy gozamos es la febril herencia del largo batallar de quienes, desde el partido como trinchera intelectual y moral, defendieron la democracia con su vida. Y es que libertad es vivir en democracia con participación ciudadana. Es cierto, conquistamos la libertad, pero ¿y el pan? (léase justicia social). Esto se viene construyendo desde Palacio de Gobierno, donde conjuntamente con la bandera nacional, flamea el pabellón del desarrollo y la justicia social.

Las ideas y conceptos del partido de Haya expresados en la tesis del espacio-tiempo histórico, en la creación de estado anti imperialista, están orientados a conseguir que el pueblo peruano obtenga el bienestar y la justicia social anhelada. Ahí está la conquista de las ocho horas, el voto de la mujer, el voto de los analfabetos, entre otros. Empero, estamos en el camino correcto en la lucha contra la pobreza, porque nuestro gobierno la ha reducido del 49% al 36%.

La vigencia del pensamiento de Haya de la Torre es innegable, a pesar de que el compañero jefe no conoció el imperialismo en su enunciado globalizado, financiero o tecnológico. Tampoco la computadora o el mundo virtual que revoluciona estos tiempos, tuvo la visión de adelantarse a su época y darnos los lineamientos a seguir para lograr la inclusión y justicia social para todos los peruanos.

La expresión de continuidad en el pensamiento filosófico y doctrinario de Haya de la Torre en la hora presente es el presidente Alan García. Este gobierno está trabajando en profundizar las reformas estructurales en el Perú y sostener una lucha frontal contra la pobreza y el establecimiento de un modelo de estado que pueda beneficiar a los más pobres y permitirles alcanzar la justicia social.
El presidente García ha profundizado nuestro concepto de democracia al unirla con la justicia social, porque democracia social para el aprismo son caminos, agua para todos, electrificación rural, titulación, educación y salud de calidad, empleo productivo a través de los núcleos ejecutores.
También es significativo el proceso y política de descentralización de nuestro gobierno. En plena vigencia de su doctrina, el APRA ahonda la regionalización, no solo con la transferencia de funciones y competencias, si no con la transferencias de recursos que se refleja en el hecho que de cada cuatro soles, tres van a los gobiernos regionales y municipales.
Debemos ser conscientes como miembros del partido político más importante e histórico del país, que el Perú tiene hoy un crecimiento económico responsable y está orientada a aprovechar las fortalezas del mundo globalizado y las herramientas de las nuevas tecnológicas. Solo en diciembre del 2009 la economía peruana creció en 6.38% lo que nos augura para el 2010 un crecimiento sostenido. Tanto así que en enero del presente año la producción de electricidad creció en 6% y la producción de hidrocarburos en 4%.

La lucha por una sociedad justa y democrática origina que los 22 de febrero se conviertan en una fiesta de perpetua unidad y fraternidad frente a toda circunstancia. La característica del partido debe ser siempre la disciplina. De allí nuestra necesidad de renovar nuestra firmeza ante las nuevas adversidades. Como el compañero jefe solía decir: “Unidos todo lo podemos, divididos nada somos” (Escribe: Wilder Calderón Castro, congresista de la República).

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