Sin pan, Sin libertad

Escribe: Wilder Calderón Castro

La visita al Perú de las ciudadanas venezolanas Lilian Tintori y Mitzy Capriles, esposas de Leopoldo López y de Antonio Ledezma, esta semana, nos ha sensibilizado de sobremanera.  Todos los líderes de la oposición peruana han expresado su solidaridad con los dirigentes democráticos presos en Venezuela, incluso el ex presidente Alan García se ha propuesto como abogado para incorporarse al staff en los procesos judiciales de estos líderes presos injustamente por Maduro.  El silencio oficialista preocupa, de sobremanera, y alimenta todo tipo de suspicacias.
El régimen corrupto y represor se camufla en un discurso populista y en una oratoria demagógica lumpenesca, que disfraza la mediocridad burocrática, a toda prueba, siempre al amparo de la evocación de la imagen del Libertador Simón Bolívar.  La lógica Chimoltrufia del actual mandatario llanero, nos traslada al mismo lugar común “del tengo o no tengo razón” o “así como digo una cosa, digo otra”; y que le ha costado la burla generalizada. 
Somos testigos de excepción de cómo el actual gobernante de Venezuela ha llevado a su país a la más absoluta miseria, al desempleo extremo y a la violencia política más insólita.  El Chavismo sin Chávez es la hipérbole de una dictadura que se cae como fruto Maduro.
Es hora de expresarle a Venezuela nuestro más íntimo compromiso por devolverle su democracia y su libertad como sociedad civil, para contrarrestar la mal entendida diplomacia de los gobiernos latinoamericanos y que sólo han puesto en evidencia sus débiles convicciones democráticas.  Y a Lilian Tintori y Mitzy Capriles, nuestra mayor solidaridad. 
Desde estas líneas, condenamos las violaciones contra los derechos humanos y los abusos contra la libertad cometidos, a diario, por estos delincuentes de la política, en Venezuela.  Nuestra reflexión debe estar orientada a la defensa de un derecho inalienable como la democracia, como un tema piramidal y consustancial al concepto de moral, ética y la libertad.
Precisamente el acercamiento entre EE.UU. y Cuba es una estrategia geopolítica exitosa de Barack Obama y que describe magistralmente recientemente el New York Times.  El presidente estadounidense reconoce que Venezuela plantea una "amenaza extraordinaria a la seguridad nacional de Estados Unidos.
DEMOCRACIA VERSUS DICTADURA
En el proceso histórico de los pueblos reconocemos que la democracia es garantía para vivir y construir una sociedad de paz y bien, una sociedad de bienestar y justicia social para todos, basado siempre en la ley y la constitucionalidad.   No es el mejor de los mundos, pero sí el mejor sistema político, de lejos.  Winston Churchill solía por ello repetir con frecuencia que la democracia es el sistema menos malo.
En el Perú, en el contexto fundacional del APRA, Víctor Raúl Haya de la Torre y nuestros mártires se inmolaron para construir la democracia como una mejor forma de convivencia humana.  La libertad que hoy gozamos es la febril herencia del largo batallar de quienes, desde el partido como trinchera intelectual y moral, defendieron la democracia con su vida con el lema de “Pan con Libertad”.
La democracia es la instrumentalización de otro principio fundamental del hombre, la libertad; entendida como la decisión de hacer en su vida, las cosas que crea oportuna y convenientes, de acuerdo a lo que piensa, siente y decide, respetando el derecho de los demás, incluso de las minorías y respetando la normatividad vigente en la constitución.
Las ideas y conceptos del partido de Haya expresados en la tesis del espacio-tiempo histórico, en la creación de estado anti imperialista, están orientados a conseguir que el pueblo peruano obtenga el bienestar y la justicia social anhelada. Ahí está la conquista de las ocho horas, el voto de la mujer, el voto de los analfabetos, entre otros.   Y en este caso particular el partido de Haya de la Torre ha demostrado, una vez más, que ha tomado las banderas de la justicia social y de los derechos humanos en el Perú y el continente.
UNA OPORTUNIDAD DESPERDICIADA 
Párrafo aparte.  Sirvan estas líneas para mostrar nuestra preocupación por el silencio cómplice del presidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia (hasta el cierre de edición).  Incluso el garante del nacionalismo, el Nobel Mario Vargas Llosa, repudió la mezquina actitud de la pareja presidencia de no recibir a las esposas venezolanas de los opositores políticos del chavismo.  Una magnífica oportunidad desperdiciada por la pareja presidencial para demostrar el talente democrático del humalismo.
Como ciudadanos, no les vamos a permitir a los humalistas que instauren el chavismo en nuestro país, ni que recorten nuestro derecho a la información, aunque sus tentaciones sean grandes.  Latinoamérica ya tiene bastante con un gobierno como el de Maduro.  Sin pan, sin libertad, no hay democracia.

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