¿UN MINISTRO EMBLEMÁTICO?

Escribe: Wilder Calderón Castro
Pedro Pablo Kuczynski anunció su intención manifiesta de mantener en su cargo actual al ministro de Educación, Jaime Saavedra, durante su mandato.  Esta decisión del virtual presidente electo del Perú, parece darle en la yema del gusto a quienes cuestionaban a PPK como el candidato del humalismo de la hoja de ruta y que representa la continuidad de Nadinismo sin Nadine. 
La continuidad de Jaime Saavedra al portafolio de Educación, contradice las acciones previas de PPK y el acuerdo que firmara con el SUTEP, principal opositor al referido ministro, con el propósito de impulsar una serie de mejores como el aumento de sueldo de los docentes y el incremento de la inversión en el sector educativo.  ¿Cómo hará el virtual mandatario para honrar su compromiso con la presencia de Saavedra en un supuesto gabinete de ancha base?
Saavedra al frente del ministerio de San Borja no es sinónimo de Autonomía de la Educación Superior, al someter universidades e institutos, a organismos dependientes del Ministerio de Educación como SUNEDU o EDUTEC, respectivamente.   En realidad reconocemos algunos avances de las normas.  Empero, esta falla de origen borra con el codo algunas mejoras a la anterior ley.   Los abusos cometidos durante décadas por algunas autoridades universitarias justifican algunas medidas, pero también es cierto que no podemos regresar al Estado anterior a estas leyes.   Tampoco podemos quedar estáticos frente a esta ley sin autonomía; necesitamos corregir algunas distorsiones.
Reconocemos que la labor de ministro de Educación en un país donde se privilegia una televisión abierta plagada de inmundicia no es una tarea sencilla, al amparo de un sistema burocrático que da poco valor a los aprendizajes significativos.  Y Saavedra lo sabe, pues poco ha podido hacer por una gestión eficaz del sistema escolar, el cierre de la brecha de infraestructura al paralizar la construcción de colegios emblemáticos por el solo hecho de que fueron impulsados por el gobierno aprista.
El impulso de los colegios Emblemáticos y Presidente de la República constituyen el mejor ejemplo de la mezquindad política.   Y es en el quinquenio 2006-2011 apuntó a mejorar la infraestructura, equipamiento y alta calidad educativa con planteles públicos con un currículo experimental, con estándares académicos internacionales. 
Durante mi gestión parlamentaria 2006-2011, solicitamos que se incorporasen al Programa Nacional de Recuperación de Instituciones Educativas Emblemáticas y Centenarias, tales como La Libertad (Huaraz), San Pedro (Chimbote), República Argentina (Nuevo Chimbote), Capitán Marcelino Valverde Solórzano (Sihuas), Mariscal Luzuriaga (Casma), el N° 86001, Santa Rosa de Viterbo (Huaraz) y la Inmaculada de la Merced (Chimbote).   No importó en realidad que se contara con los recursos, que estuviese presupuestado con antelación o que existiese un expreso mandato de ley.
Han transcurrido más de cinco años y muchos de esos colegios no han terminado de construirse.  Claro que el caso de República Argentina es el más escandaloso, tras una serie de paralizaciones, perjudicando a más de mil alumnos, solo en ese plantel.  Los recursos públicos asignados a la construcción de colegios emblemáticos deben estar bajo el escrutinio de la Contraloría General de la República, a fin de que se garantice la administración de los recursos destinados al cierre de la brecha de la infraestructura educativa pública en el país.
No entendemos la lentitud burocrática con la que se maneja este portafolio, si tomamos en cuenta que el presupuesto asignado a la cartera de Educación corresponde al 4% del PBI.   Subir el presupuesto en 0.5% del PBI cada año, no garantiza un crecimiento de la infraestructura del sector.  Es responsabilidad del gobierno de PPK cumplir con la palabra empeñada, en campaña, en favor de las regiones y de la educación de calidad.  El ex vice ministro Vexler incluso calificó la política curricular durante el humalismo como "un desastre"
No es nuestro propósito cerrarle el paso al continuismo del ministro Saavedra.  No se trata tampoco de actuar de mala leche contra un funcionario específico, con nombre propio.  El Perú espera políticas objetivas y específicas en materia educativa.  Si el ministro Saavedra desarrolla nuevas políticas con autocrítica consideramos que en ese caso sí va a hacer historia.  Como operador político del humalismo-nadinismo estuvo a la altura de su circunstancia, pero estamos seguros que así como fue leal al nacionalismo, lo será también de PPK como presidente.  Lo único que pretendemos es defender la educación de calidad y la calidad de educación, más allá de los ministros emblemáticos.  El Perú estará para apoyar y nosotros para impulsar.


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