Escribe: Wilder
Calderón Castro
Según
la Sociedad Nacional de Industrias (2015) el Perú ostenta en el proceso de
desarrollo y competitividad el puesto 90 de 143 economías del mundo en la XIV
Edición del Informe Global de Tecnología de la Información 2015. La frágil sostenibilidad de nuestro
crecimiento económico radica exclusivamente en las exportaciones de las
materias primas, cuya explotación permitió, en los últimos diez años, la
disminución de la pobreza de 55 a 23%.
¿Qué hacer entonces?
El Perú es un país minero, por
excelencia. Este sector es pilar de nuestra
economía, pues significó hasta el 2011 ingresos equivalentes al 15% del
PBI. La posición anti minera del
presidente Humala paralizó una multitud de proyectos, lo que nos costó miles de
millones de dólares en exportaciones e ingresos fiscales. La caída de los precios de nuestros productos
de exportación en el mercado internacional han alertado a los analistas.
Estos agoreros económicos predicen
que si los peruanos no trabajamos en generar valores agregados a nuestras
materias primas, podríamos retornar a
los niveles de pobreza anterior, tal y como pasó tras el auge del caucho, guano
o salitre. Es necesario invertir en
ciencia, tecnología y educación, para trabajar el valor agregado a nuestras
exportaciones y, por ende, lograr el desarrollo industrial, referirán.
Nuestras contradicciones país nos han
llevado a mostrar un crecimiento sostenible –a pesar del movimiento económico
inercial durante el humalismo-, en contraposición de la inversión en ciencia,
investigación y desarrollo que equivale a un 0,15% del PBI. “El atraso en innovación, difusión y
transferencia de tecnología son cruciales para identificar cómo se realizan
estos procesos, especialmente con las tecnologías que están disponibles en el
mundo y que pueden generar grandes cambios en la dinámica de distintos sectores
económicos” (Kuramoto, 2013).
Las limitaciones del Perú como país
se deben a la poca calidad del sistema educativo. El Perú ocupa el último lugar entre los 65
países que participaron en el Programa para la Evaluación Internacional de
Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) 2012, en matemáticas, comprensión
lectora y ciencias.
En tecnología, el panorama es aterrador. En el ranking de Competitividad del World
Economic Fórum 2015-2016, nos ubicamos en el puesto 69, de 134 países. Hemos retrocedido 4 posiciones respecto al
2014-2015. “Para diversificar su
economía, Perú tendrá que mejorar su sistema educativo y el funcionamiento de
sus instituciones, lo cual permitirá una mayor absorción de la tecnología que
fomentará la innovación" (WEF: 2015).
El Congreso aprobó la nueva Ley de
Institutos y Escuelas de Educación Superior, pronto a ser promulgada por el Ejecutivo,
que no contempla la importancia de la tecnología en una economía basada en el
conocimiento, elemento fundamental para crear y generar valor añadido en los
productos y servicios, en cuyo proceso de creación o transformación participa. Este proyecto de ley no puede ser considerada
la panacea. Eso es un error, pues con la
sola legislación es imposible que se cierren las brechas tecnológicas que tiene
nuestro país.
A la par de su promulgación,
consideramos que debemos plantear lineamientos de políticas de Estado que
alienten la competitividad, identificando desde las instituciones educativas,
en alianza con las empresas, las competencias claves de la productividad y para
la generación de tecnologías; planes de desarrollo tecnológico de los gobiernos
regionales; apoyo gubernamental en la
innovación tecnológica a las MYPES; la exoneración de impuestos para la
importación de tecnología en las instituciones educativas y MYPES de sectores
productivos para la reconversión tecnológica; incentivos en innovación y
tecnología para el desarrollo empresarial y humano integral, a fin de reducir
la pobreza.
Este será un punto
importante en la agenda de PPK y su gobierno como estrategia de desarrollo,
basada en la diferenciación y el aprovechamiento de las ventajas
comparativas. Es hora de vivir del
ingenio y creatividad de los
peruanos; y no del mineral o la pesca
extractiva. “Las naciones menos
desarrolladas corren el riesgo de quedar más atrasadas y se necesitan urgentes
acciones concretas para abordarlo” (WEF, 2015).
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Arellano, R. (2015). ¿Materias primas o hermanas? Diario El Comercio. 09 de noviembre del 2015. Recuperado de: http://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/materias-primas-hermanas-rolando-arellano-noticia-1854608
Kuramoto, J (2013). El Perú recién le da
importancia a la ciencia, tecnología e innovación. Diario El Comercio. 29 de agosto del 2013. Recuperado de: http://elcomercio.pe/economia/peru/peru-recien-le-da-importancia-ciencia-tecnologia-innovacion_1-noticia-1624266
SNI – Sociedad Nacional de Industrias. Perú mantiene posición 90 en ranking global
de tecnología 2015. Recuperado de: http://www.sni.org.pe/?p=3100
World Economic Forum - WEF (2015). Informe Global de Competitividad 2015-2016. Recuperado de: http://www.cdi.org.pe/InformeGlobaldeCompetitividad/index.html
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