Lima, 6 de mayo de 2009.- Un proyecto de Ley que propone creación de Superintendencia de Transporte Terrestre como institución pública descentralizada del sector Transportes y comunicaciones, con personería jurídica de derecho público interno, con autonomía administrativa, económica, presupuestal, financiera y técnica en el ejercicio de sus atribuciones conforme a la presente Ley, propuso el congresista Wilder Calderón Castro.
Según el legislador por Áncash, “uno de los problemas fundamentales, es la escasa capacidad fiscalizadora de los servicios públicos de transporte terrestre. Situación la cual se da fundamentalmente por la ausencia de un organismo encargado específicamente de la Fiscalización del Transporte de Pasajeros y Carga, el cual deberá gozar de autonomía administrativa y presupuestal para su correcto y adecuado desarrollo institucional”.
Calderón Castro refirió que existe consenso en la opinión pública para empezar a dictar las medidas necesarias que aseguren la solución de la problemática en el transporte de pasajeros y carga del país, razón por la cual la creación de la Superintendencia Nacional de Transporte Terrestre, es ese primer paso que la ciudadanía se encuentra esperando de sus autoridades.
“Solo en el 2008, perdieron la vida 875 personas por accidentes de tránsito en Perú, y cinco mil 307 resultaron heridas. Los accidentes son atribuidos al clima extremo, cansancio de los pilotos, carreteras difíciles, pésima señalización y mantenimiento, flotas defectuosas y obsoletas, falta de medidas de seguridad y puentes peatonales, la escasa información de los conductores, permisos de conducir falsificados y la informalidad de las empresas de transportes”, reseñó.
“El aumento de los accidentes automovilísticos en el Perú es una “epidemia” que genera un gran impacto en la economía, los sistemas de salud y la familia. El costo económico de los accidentes de tránsito asciende aproximadamente al 1 por ciento del Producto Interno Bruto en los países de ingresos bajos, y a 1.5 por ciento en los de ingresos medianos. El costo mundial se calcula en US $ 518 mil millones anuales”, puntualizó.
El parlamentario aprista sostuvo que como consecuencia de la agresiva competencia en este servicio, los pasajes y los fletes mostraron una tendencia a la baja al punto de ser insuficientes para cubrir los costos de operación. Ello ha tenido impacto sobre la productividad y, a su vez, en la rentabilidad de las empresas en el sector.
“La inexistencia de un esfuerzo focalizado institucional y coordinado a nivel del Estado para controlar la informalidad en el sector transporte terrestre es uno de los factores que incide en que no podamos mejorar esas competitividad, sobre todo si consideramos que el principal medio de transporte de personas y mercancías en nuestro país es el terrestre por lo que la creación de esta superintendencia de transporte es una de las alternativas de solución”, argumentó.
Según las estimaciones estadísticas durante el año 2008 se han realizado aproximadamente 65 millones de viajes en el servicio de transporte interprovincial. Respecto al transporte de mercancías, se estima que aproximadamente el 80% del transporte de mercancías se realiza por vía terrestre, cuya flota de vehículos al 2008 asciende a noventa y cuatro mil unidades registradas, observándose un importante incremento como consecuencia del crecimiento de las actividades económicas del país.
Según el legislador por Áncash, “uno de los problemas fundamentales, es la escasa capacidad fiscalizadora de los servicios públicos de transporte terrestre. Situación la cual se da fundamentalmente por la ausencia de un organismo encargado específicamente de la Fiscalización del Transporte de Pasajeros y Carga, el cual deberá gozar de autonomía administrativa y presupuestal para su correcto y adecuado desarrollo institucional”.
Calderón Castro refirió que existe consenso en la opinión pública para empezar a dictar las medidas necesarias que aseguren la solución de la problemática en el transporte de pasajeros y carga del país, razón por la cual la creación de la Superintendencia Nacional de Transporte Terrestre, es ese primer paso que la ciudadanía se encuentra esperando de sus autoridades.
“Solo en el 2008, perdieron la vida 875 personas por accidentes de tránsito en Perú, y cinco mil 307 resultaron heridas. Los accidentes son atribuidos al clima extremo, cansancio de los pilotos, carreteras difíciles, pésima señalización y mantenimiento, flotas defectuosas y obsoletas, falta de medidas de seguridad y puentes peatonales, la escasa información de los conductores, permisos de conducir falsificados y la informalidad de las empresas de transportes”, reseñó.
“El aumento de los accidentes automovilísticos en el Perú es una “epidemia” que genera un gran impacto en la economía, los sistemas de salud y la familia. El costo económico de los accidentes de tránsito asciende aproximadamente al 1 por ciento del Producto Interno Bruto en los países de ingresos bajos, y a 1.5 por ciento en los de ingresos medianos. El costo mundial se calcula en US $ 518 mil millones anuales”, puntualizó.
El parlamentario aprista sostuvo que como consecuencia de la agresiva competencia en este servicio, los pasajes y los fletes mostraron una tendencia a la baja al punto de ser insuficientes para cubrir los costos de operación. Ello ha tenido impacto sobre la productividad y, a su vez, en la rentabilidad de las empresas en el sector.
“La inexistencia de un esfuerzo focalizado institucional y coordinado a nivel del Estado para controlar la informalidad en el sector transporte terrestre es uno de los factores que incide en que no podamos mejorar esas competitividad, sobre todo si consideramos que el principal medio de transporte de personas y mercancías en nuestro país es el terrestre por lo que la creación de esta superintendencia de transporte es una de las alternativas de solución”, argumentó.
Según las estimaciones estadísticas durante el año 2008 se han realizado aproximadamente 65 millones de viajes en el servicio de transporte interprovincial. Respecto al transporte de mercancías, se estima que aproximadamente el 80% del transporte de mercancías se realiza por vía terrestre, cuya flota de vehículos al 2008 asciende a noventa y cuatro mil unidades registradas, observándose un importante incremento como consecuencia del crecimiento de las actividades económicas del país.
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